Su objetivo siempre es ayudar a los más necesiados y dada una situación de crisis sanitaria, y también económica, como la que estamos viviendo esa ayuda y atención es más necesaria. Por ello Cáritas se encontró en mayo de 2020 con una situación complicada porque aumentaron las personas que llegaban pidiendo ayuda y, sobre todo, cambiaron los perfiles pasando a ser afectados por ERES y ERTES, autónomos, familias monoparentales y hasta personas indocumentadas las que llegan a pedir ayuda.
El trabajo se ha podido desarrollar aunque sea con limitaciones de voluntarios ya que, de los 15 con los que se contaba hace un año, quedan ahora mismo 5. Por ello solicitan la incorporación de personas que participen en los programas habituales de atención a la infancia y los mayores. En el primero de los casos se trata de ayudar a los más pequeños con sus labores escolares y su conocimiento de la sociedad medinense. Con los mayores el trabajo viene a ser de acompañamiento y conversación en la mayoría de los casos.
Además de estas iniciativas, también se pueden sumar todas aquellas personas que tengan un rato libre y quieran poner en práctica cualquier tipo de talleres. Los grupos se han reducido para mantener la distancia social.
Con respecto al futuro Cáritas considera que llegarán meses duros porque hace falta más ayuda a través de los recursos humanos. Reconocen que las personas han sido muy generosas en los últimos meses con donativos, ropa, comida, etc, pero creen que deberán ampliar sus planes o estrategias y para ello son importantes los voluntarios que se puedan sumar.